Uno de los amaneceres que refuerzan el espíritu vivimos los colimotes este viernes, cuando luego de tres días de lluvia, el coloso de granito nos mostró su señoría invernal.
Aquí uno de los muchos ángulos que nos ofrece la ciudad capital para la contemplar la grandeza y la belleza de nuestro volcano, el de fuego imperante ante el Nevado de Colima.
Fotos con dedicatoria a mis hijos, sobre todo a mi hija que al ir rumbo a la escuela quedado impresionada ante la belleza del nevado. Esplendor, albura que el volcan hacía mucho no ofrecía a los ojos de los colimotes. Al menos a sus casi 21 años asi lo ha sentido la pequeña pony.
Y esa belleza con la gracia del Señor y la naturaleza que nos brindó un día límpido para contemplar en toda su extensión el portento de los colosos de granito que dominan el valle colimote desde la frontera con Jalisco.
Salud y bienestar. Amigos desde la cálidad ciudad de Colima, aun cuando estamos teniendo el pretexto de sacar los ponchos y las chamarras.
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