ESTIMADOS amigos y amadores de la pelota caliente. Desde este día contaremos con la interesante columna del colega y buen amigo sonorense Jesús Alerto Rubio, a quien le agradecemos el gesto. Salud y Bienestar.
Por
Jesús Alberto Rubio.
Tenía
que ser: con su histórico debut en Grandes Ligas, el torpedero de los Rockies,
Trevor Story, fue nombrado Jugador de la Semana en la Liga Nacional para el
período que terminó el pasado domingo.
Story
se unió a Tyler White de los Astros esta semana (Liga Americana), junto a los
mexicanos Fernando Valenzuela (1981) y Salomé Barojas (1982), en ser los únicos
novatos en ganar la distinción en la primera semana de una temporada.
El
toletero de Colorado encabezó las Grandes Ligas en jonrones con siete,
empujadas con 12, total de bases alcanzadas con 30 y slugging con 1.111 en sus
seis partidos la semana pasada. Además, bateó .333 (27-9).
Sorprendente.
Y así
suele suceder tanto en inicio de temporada, lo cual es del todo
especial/significativo, como durante el normal desarrollo del rol regular.
Peloteros/jugadores
—de posición o monticulares-- que dan el salto de la noche a la mañana cuando
nadie pensaba en ellos, o simplemente eran totalmente desconocidos.
Hoy,
abril de 2016, ha sido el caso de Story abriendo campaña.
Imagínese
también cuando sorprenden/impactan a nivel postemporada y que marcan la
diferencia para conquistar campeonatos.
Hay
muchos ejemplos, los que usted debe recordar muy bien tanto con su pitcheo como
ofensiva al bat.
En
1968 todo mundo esperaba que Denny McLain fuera el gran héroe de la Serie
Mundial y resulta que Mickey Lolich fue el gran protagonista ganando tres
juegos para la coronación de los Tigres de Detroit ante los Cardenales de San
Luis.
McLain
le había dado vuelta al mundo con su récord de 31-6 –último en ganar esa
cantidad en MLB y desde los 30 triunfos de Dizzy Dean en 1934 para los
Cardenales--, además de lanzar 336 innings y lograr ¡28 juegos completos…!
En
aquel inolvidable clásico mundial Lolich cerró con broche de oro lanzando juego
completo para vencer 4-1 en el séptimo decisivo a Bob Gibson.
Bob
Gibson pudo haber sido el héroe, pero se quedó corto ante Lolich.
Gibson
había ganado el título de efectividad con apenas 1.12 –el más bajo en la
historia moderna del béisbol de Ligas mayores-- , y en campaña había ganado 22
juegos, además de obtener los premios Cy Young de pitcheo y el de Más Valioso,
trofeos que también ese año logró McLain.
SULTANES IMPONE RÉCORDS
La
afición regiomontana disfrutó de una jornada esplendorosa la tarde del domingo
pasado en el Estadio Monterrey, el cual registró una entrada histórica de 25
mil 845 espectadores que gozaron el triunfo de los Sultanes sobre los Saraperos
de Saltillo (7-5), en el tercero y último juego de la serie.
Esta
es la primera vez que se da una asistencia de esa naturaleza en la historia del
Palacio Sultán para un juego de temporada y tal vez para cualquier otro equipo
en la historia de la Liga Mexicana de Beisbol, ya que el único escenario con
capacidad superior a los 20 mil espectadores en el circuito era el parque del
Seguro Social, ya desaparecido, el cual podía albergar hasta 25 mil aficionados
en las tribunas.
Las
tribunas del coloso regiomontano lucieron multicolores. Ahí se veían camisolas
blancas, camisolas grises, azules, rosas, celestes, moradas, negras y a rayas,
donde se podía observar el logotipo sultán, o bien la leyenda Sultanes o el
nombre de la ciudad conocida también como sultana del norte.
Los
miles de asistentes vibraron y salieron contentos con la conquista del triunfo,
en una fiesta monumental que dejó un grato sabor de boca.
En la
actualidad nadie recuerda la mala actuación del equipo el año anterior y todo
mundo goza y disfruta con el formidable ambiente que se genera en el interior
del inmueble beisbolero de mayor capacidad en la República Mexicana. En el
Palacio Sultán se vive una euforia como pocas veces se había visto antes.
Dos
días antes habían asistido 15 mil 200 aficionados al primer encuentro ante sus
más acérrimos rivales y en la jornada inaugural ante los Diablos Rojos
ingresaron 27 mil 285 espectadores a las tribunas, marcando otro récord para un
inicio de temporada, con lo cual, ya suman 68 mil 330 aficionados en solo tres
jornadas.
La
mayor cifra de espectadores para un juego en el Estadio Monterrey fue en el
sexto encuentro de la Serie Final de 1991 entre Sultanes y Diablos Rojos del
México, en donde se dice que ingresaron 32 mil espectadores, aunque ese no es
un dato oficial.
Afortunadamente,
la afición ha respondido a los Sultanes en sus tres primeros juegos de
temporada jugados en casa, imponiendo tres importantes récords en el renglón
asistencia.
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