Cortesía: Arturo Couoh/Inde BC
ESCOBEDO, Nuevo León - Son pequeños, pero
esto no los limita de vivir una experiencia especial.
Ser voluntario en la Olimpiada Nacional
es parte del compromiso, de servir, de convivir con los atletas y los visitantes.
Arribar al campo de tiro con arco y
toparse con ellos es agradable. A pesar de su corta edad, Jesús Hernández y
Evelyn Hernández dan la bienvenida a los competidores, entrenadores y medios de
comunicación que comenzaron a darse cita desde este domingo para seguir a los
flechadores en los campos del Polideportivo de la UANL.
A pesar del calor, “Chuy” y “Evelyn”
estaban ahí presentes. El sentido de la responsabilidad lo han adquirido
gracias a que son integrantes del Pentatlón Moderno Militarizado en el Municipio
de Escobedo, de donde son originarios.
“Llevo apenas un mes en el pentatlón, es
muy bonito por que nos ponen a hacer muchas actividades, mucho ejercicio”, dijo
Jesús, quien apenas tiene 12 años, pero ya ha servido como voluntario en
eventos deportivos de arquería con anterioridad. “Es mi segunda ocasión”,
mencionó con gusto.
“Yo llevo un poco más, cerca de tres
meses, y es mi primera vez en un evento de estos”, aseguró Evelyn quien estudia
la primaria al igual que su compañero.
El hecho de convivir con los arqueros es
emocionante, ya que por los campos desfilan tanto aquellos que inician dentro
del arte de las flechas al igual que los consolidados y consolidadas que han
ascendido a los podios mundialistas u olímpicos.
El gusto de servir y adentrarse en la cultura física desde temprana edad es parte de los valores y el legado que eventos como la Olimpiada Nacional, suelen dejar en cada sede que la alberga en el país, y en esta ocasión tampoco es la excepción.
El gusto de servir y adentrarse en la cultura física desde temprana edad es parte de los valores y el legado que eventos como la Olimpiada Nacional, suelen dejar en cada sede que la alberga en el país, y en esta ocasión tampoco es la excepción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario