La “Oreja de Plata” a Diego Emilio, novillero triunfador del serial
FICHA:
En la segunda novillada de feria en Aguascalientes se lidiaron novillos de Real
de Saltillo, bien presentados, con juego desigual.
Antonio
Lomelín (Burdeos y oro), al tercio en ambos.
Javier
Castro (Grana y oro), oreja y silencio.
Antonio
Mendoza (Grana y azabache), al tercio (un aviso) y silencio (dos avisos).
Plaza
con un cuarto del aforo.
Incidencias:
Palmas para el varilarguero Javier Prado tras la pica del tercero de la tarde y
tumbos para Cruz Prado, Guillermo Cobos y Javier Prado en los primeros tres del
festejo en el orden mencionado.
Al
finalizar la novillada se hizo entrega de la “Oreja de Plata” al novillero
triunfador del serial, Diego Emilio, quien cortó tres orejas la tarde del 24 de
abril en la primera novillada de feria, el trofeo fue cedido por la Asociación
Nacional de Matadores de Toros, en manos de su secretario general, Antonio
Urrutia Bolaños y estuvo como testigo del acontecimiento, el también matador de
toros, Rodolfo Rodríguez “El Pana”, quien dio la vuelta al ruedo con el
novillero aguascalentense.
LA TARDE
Aguascalientes,
Ags., (Tauro Media).- En tarde calurosa y con ráfagas de viento se llevó a cabo
la segunda y última novillada de la Feria Nacional de San Marcos en donde el
triunfador fue el novillero local Javier Castro quien cortó la única oreja de
la tarde, en tanto Antonio Lomelín saludo en el tercio en sus dos astados y el
michoacano Atonio Mendoza escucho avisos en sus dos ejemplares, pero dejó
constancia de su valor y buenas maneras. Los novillos que se lidiaron fueron de
la ganadería de Real de Saltillo que estuvieron bien presentados y con juego
desigual.
El
primero de la tarde correspondió a Antonio Lomelín, quien tuvo delante a un débil
novillo que transmitía poco, aunque era fijo, esa condición fue aprovechada por
el coleta que hizo pasar por la diestra en varias tandas al burel, enseñó un
toreo clásico que agradeció el público sacándolo a saludar en el tercio tras
haber matado con estocada entera con cierta tendencia. En la pica de este
astado fue tumbado de la cabalgadura el picador Cruz Prado.
Con
el cuarto del festejo recetó un par de largas afaroladas de hinojos en la zona
de tablas, aprovechando que se celebra el día de la madre en México, el brindis
se lo particularizó a su mamá, quien se encontraba en un palco de sol, con la
muleta el novillero topó con un novillo reservón y espión al que le intentó y
buscó, sacando algunos muletazos con la diestra, enseñó la voluntad, mató con
estocada caída y de nueva cuenta saludo en el tercio.
El
segundo espada, Javier Castro, se mostró con deseos de triunfo desde inicio
cuando recibió con larga afarolada de hinojos en tablas, luego una serie de
verónicas, en varas el picador Guillermo Cobos fue derribado de su cabalgadura,
en tanto el novillero tuvo una entrega desbordada en su actuación corriendo la
mano y mostrando variedad en el trasteo, aparte del valor manifiesto delante de
un peligroso que terminó rajándose, cerró con arrucinas y mató al segundo viaje
con tres cuartas partes de acero que hicieron al público solicitar la oreja,
misma que fue concedida por el juez de plaza.
Con
el quinto de la tarde Castro quería más y con la capa quitó con gaoneras en
donde fue arrollado de fea manera, volvió a la cara del astado y ahora con
saltilleras atrapó la atención de los presentes, ya con la muleta tuvo la
voluntad y la entrega necesaria para enfrentar a un complicado y bravo novillo
que buscaba en todo momento al coleta, quien tuvo un par de revolcones más,
terminó con el punto de la taleguilla roto en la parte interna del muslo
izquierdo, pero con el ánimo a tope, mató al segundo viaje con delantera caída
y fue silenciado tras su labor.
En
tanto Antonio Mendoza, en su carácter de tercer espada, tuvo por delante a un
buen novillo que le permitió alcanzar momentos muy toreros, de inicio se plantó
en los medios de la Monumental para recibir de rodillas al burel que le arrolló
en el encuentro, se fue a tablas para intentar de nuevo la suerte y ahí realizó
la larga, luego tuvo un quite con chicuelinas y con la muleta arrancó con
muletazos por alto que fueron seguidos de buenas tandas con la diestra, fue
levantado sin consecuencias y sin mirarse la ropa se puso de nueva cuenta
delante de las astas, en donde dejó constancia de su valor y entrega, para
cerrar la labor realizó manoletinas en donde también fue prendió, con la espada
no estuvo fino ya que mató hasta la quinta oportunidad y a pesar de haber
escuchado un aviso fue llamado a saludar en el tercio.
Con
el último de la tarde, de nueva cuenta se fue a los medios para intentar dar la
larga cambiada, pero de nuevo el novillo en turno se fue en contra de la
humanidad del coleta que se echó a tierra para evitar el encuentro, de pie
lanceó a la verónica y con la franela de nueva cuenta mostró el valor y
voluntad que en el primero había enseñado, sólo que en este caso tenía a un
novillo peligroso que siempre buscaba al torero, mismo que nunca cesó en el
empeño, de nueva cuenta con el acero no estuvo fino y tras una serie de
pinchazos descabello y fue silenciado su esfuerzo, además de haber escuchado
dos avisos.
Al
finalizar el festejo se hizo entrega de la “Oreja de Plata” al novillero
triunfador del serial, Diego Emilio, quien cortó tres orejas la tarde del 24 de
abril en la primera novillada de feria, el trofeo fue cedido por la Asociación
Nacional de Matadores de Toros, en manos de su secretario general, Antonio
Urrutia Bolaños y estuvo como testigo del acontecimiento, el también matador de
toros, Rodolfo Rodríguez “El Pana”, quien dio la vuelta al ruedo con el
novillero aguascalentense.
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