*El
Payo saludo en el tercio y Arturo Saldívar demostró de qué está hecho
Aguascalientes,
Ags. (Tauro Media)- En el arranque del serial taurino San Marcos 2013 no hubo
trofeos, sin embargo se logró ver a la tercia con la entrega y deseos de
triunfo, mismos que fueron truncados por el encierro de Montecristo que no
ofreció casta ni fuerza para su lidia. En una tarde con algunas ráfagas de
viento y una entrada pobre, los asistentes a la Monumental de Aguascalientes salieron
con grato sabor de boca por lo realizado por los coletas.
En
primer término se presentó el rejoneador Emiliano Gamero, quien preentó tres
extraordinarias jacas de nombre Quimera, Cagancho y Chicuela, siendo el segundo
herrado con el fierro de Pablo Hermoso de Mendoza, el caballero en plaza clavó
tres hierros de castigo con el primer cuadrúpedo y con la segunda montura
ejecutó las banderillas destacándose una al quiebro de gran forma, el toro de
Manolo Espinosa se vino a menos hasta que terminó parado, con el rejón de
muerte pichazo, entera y a pie hasta el sexto intento de descabello pasaportó
al astado, teniendo al final silencio.
En la
lidia ordinaria, Eulalio López “El Zotoluco” con capa lanceó bien a la verónica
y su brindis fue para el gobernador del estado, Carlos Lozano de la Torre, con
el pundonor que le caracteriza se enfrentó a un débil y parado astado al que le
extrajo derechazos de gran mérito, mató de estocada desprendida y fue
silenciado. Con el segundo de su lote se arrodilló en tablas para dar una larga
cambiada que repitió y con la muleta el esfuerzo manifiesto frente a un toro de
escasa bravura y recorrido fue lo destacado, labor de aliño al final, luego una
estocada caída y de nuevo el silencio para el matador.
Octavio
García “El Payo” en su carácter de segundo espada, estuvo derrochando actitud
toda la tarde, con su primer ejemplar jugó los brazos con el capote y remató
con torera media, en el trasteo muleteril corrió la mano por ambos lados,
destacándose lo efectuado con la izquierda, mató con un volapié y aunque hubo
petición debió conformarse con saludar en el tercio. Al segundo que le
correspondió extrajo hasta la última gota de lo poco que tenía, puso los muslos
como carnada y mató con estocada desprendida retirándose con leves palmas.
El
tercer espada, Arturo Saldívar, enseño que la valentía, arrojo y honestidad son
su mejor herramienta para estar delante de los toros, con su primero inició de
rodillas la faena de muleta en los medios de la plaza poniendo al filo de la
butaca a los asistentes, ya de pie corrió bien la mano por el lado diestro, el
toro rascaba la arena y no terminaba por desplazarse, se arrimó y el toro hizo
por él, por fortuna sin consecuencias, volvió a la cara y arrancó otra serie de
buenos muletazos, con la espada se puso pesado y tras seis pinchazos dejó una
caída, siendo silenciado. En el
cierraplaza sabía que debía poner la carne al asador y de hinojos recibió con
larga afarolada y posteriormente verónicas bien marcadas, la entrega y los
deseos de triunfo le hicieron acercarse y extraer muletazos con gran valía a un
toro que terminó rajado en la querencia, ahí Saldívar se arrimó y fue levantado
por el toro que le rompió la taleguilla, mató al segundo viaje y escuchó
palmas.
Incidencias:
En el segundo toro de la lidia ordinaria saludo en el tercio Ángel González y
en el quinto Cristián Sánchez, ambos por su labor con las banderillas.
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